La Asamblea de Nephilim fue la reunión que formalizó la relación entre la reorganizada Adepta Sororitas y el recién formado Ordo Hereticus, esta fue codificada y aprobada en el apogeo de la Reforma Thoriana. Desde este hecho, las Hermanas de Batalla se apartaron del Ministorum y convirtieron en la Cámara Militante del Ordo Hereticus, sirviendo como la espada en la garganta del apóstata, el enemigo de la corrupción y de los miembros codiciosos de la Eclesiarquía y también como protectoras del Ministorum en época de guerra.

La leyenda dice que como parte de la asamblea, se le confiaron varios secretos a Santa Dominica y a los fundadores del Ordo Hereticus al pie del mismísimo Trono Dorado. Se les encomendó un camino y una misión a ambas organizaciones, que solo conocen sus más altos cargos, y estos preceptos son los que continuan gobernando sus acciones hasta el día de hoy.

Sacado del libro Inquisitor Handbook

Traducido y adaptado por Me