Eldars Oscuros

Los Eldars Oscuros viven en la ciudad de Comorragh, más allá del tiempo y el espacio, desde donde atacan constantemente las naves y planetas de otras razas. Roban lo que quieren, matan, asesinan y mutilan a todo aquel que se cruza en su camino, y los que no mueren en el campo de batalla son esclavizados y conducidos a su siniestra ciudad-fortaleza para sufrir las torturas más terribles que sus captores deseen inflingirles. Son piratas muy hábiles, capaces de atacar por sorpresa, y desvanecerse entre las sombras con igual celeridad, llevándose un gran botín.

Cábalas y Cultos

La sociedad de los Eldars Oscuros está dividida en numerosas Cábalas y Cultos. La mayoría de los Eldars Oscuros pertenecen a una de estas Cábalas, que son organizaciones muy poderosas que han evolucionado a partir de antiguas y arcanas familias o facciones. Las Cábalas constantemente compiten entre ellas por el poder, esclavos y guerreros. Cada Cábala está regida por un señor supremo, que ha alcanzado esta posición de poder absoluto por medio de una combinaciones de intrigas políticas, intimidación, poder en combate, artimañas, asesinatos y muertes brutales. La naturaleza de la psique y carácter de los Eldars Oscuros es tal que el gobernante de una Cábala tiene más que temer de sus subordinados más próximos que de elementos foráneos. La política es omnipresente en Comorragh, por lo que los asesinatos, los enfrentamientos sangrientos y los alzamientos armados son muy comunes. Los Eldars Oscuros no tienen ningún líder que los gobierne a todos, su sociedad es anárquica e individual, luchando cada Eldar Oscuro por su parcela de poder y control encima de los ensangrentados cadáveres de sus enemigos. Además de las Cábalas, existen algunos Cultos dentro de su sociedad. Los más numerosos son los de las brujas.

La Ciudad Siniestra

Comorragh es la personificación de la anarquía y el terror. No existe el día ni la noche, tan sólo una eterna penumbra, un omnipresente resplandor rojizo que baña todas las cosas con el color de la sangre. El aire está saturado de gritos y risas crueles, que rasgan constantemente a la terrible ciudad. Las poderosas Cábalas pueden detentar el poder, pero en las sinuosas callejas y los corredores apenas iluminados por la tenue claridad, las habilidades marciales son más importantes que las lealtades. Penetrar en el territorio equivocado es sinónimo de suicidio, cada día se producen batallas campales y constantemente está vertiéndose sangre.
Los únicos centros de diversión que tienen los Eldars Oscuros en Comorragh son los circos de gladiadores. Los Cultos de Brujas luchan constantemente en la arena, haciendo que sólo los mejores guerreros sobrevivan y puedan luchar de nuevo. La mayor parte de las Brujas no sobreviven al primer combate, pero las que lo hacen aprenden rápidamente, convirtiendose en una temibles máquinas de matar. Normalmente las Brujas luchan entre ellas, o se enfrentan a bestias alienígenas o máquinas de combate automatizadas, sin embargo, algunas veces salen a la arena grupos de cinco esclavos contra una bruja, que sin embargo, suele acabar con ellos con una eficiencia asombrosa, para regocijo y placer del resto de Eldars Oscuros.