La Máscara, danzante eterna de Slaanesh
Escrito por AGRAMAR   
lunes, 25 de enero de 2010

  

Antaño la doncella principal de Slaanesh, era la Máscara quien peinaba el argénteo cabello del Príncipe Negro y lo aceitaba con bálsamos fragantes. Cuando Slaanesh estaba malhumorado, la Máscara danzaba para aliviar sus pensamientos, hipnotizando a su dios con una deslumbrante y acrobática acutación. Pero pese a toda la indulgencia de Slaanesh, la Máscara había de convertirse en la más despreciada de todos los sirvientes del Príncipe del Placer.

Durante las eternas riñas y guerras que forman parte del Gran Juego, hubo un momento en que Tzeentch engañó a Slaanesh para que se enfrentara a Khorne y Nurgle, conduciendolo a una situación de la que no tenía ninguna esperanza de salir victorioso y Slaanesh fue derrotado y humillado. Viendo el mal humor de su amo, la Máscara decidió encargarse de aliviar su corazón con la más energética y brillante danza que jamás hubiera interpretado. Aunque anteriormente sus saltos y piruetas habían traído alegría y gozo, el amargado corazón de Slaanesh no vio mñas que burlas; cada perfecta combinación de calculados movimientos era como una espina clavada en su maltrecho orgullo. Slaanesh arrojó a la Máscara a un lado condenándola como traidora, diciéndole que, si quería danzar, lo seguiría haciendo para siempre. Aliviada así su rabia, Slaanesh le dió la espalda a la Máscara y se retiró a sus aposentos, donde sus doncellas tal vez podrían aliviar su gran dolor.

Desde entonces, la Máscara ha estado maldita. Baila por los planos mortal e inmortal siguiendo una música que solo ella puede oir, incapaz de descansar ni un instante. En los círculos del reino de Slaanesh danza para las otras diablillas, hipnotizándolas con sus sinuosos movimientos hasta que ya no pueden moverse o hablar. Baila a las puertas de Khorne burlándose de los desangradores que gruñen y rugen ante su imprudencia. La Máscara baila por todos los mundos mortales de la galaxia atrapando a los que la miran. Allí donde los mortales se dejan llevar por sus sentidos, donde los excesos rompen las normas, la Máscara aparece para atrapar a los incautos en una danza de muerte. Mientras ella representa las historias de las grandes victorias de Slaanesh y sus conquistas más impías, su máscara dorada se transforma rápidamente para adaptarse a los papeles de los personajes que interpreta. Tan poderosa es la atracción de la actuación de la Máscara, que todo el que la ve siente la necesidad de unirse a la representación. Demonios inmortales o simples mortales, todos sienten la llamada en su corazón y son incapaces de resistirse. Al ir progresando, la danza aumenta su tempo, mientras los involuntarios coros de la Máscara saltan y se golpean en su desesperado intento de seguir la danza. Consumidos por el éxtasis y la agonía del aura de la Máscara, bailan hasta su muerte utilizando hasta el último ápice de energía, su último aliento, para mantener el ritmo de la danza.

Nadie conoce mejor a la Máscara que los arlequines. Tienen una obra que cuenta cómo ella se infiltró en una de sus compañias. Cuando lso arlequines y su audiencia se vieron atrapados por su hechizo, apareció un Solitario, el único arlequín capaz de interpretar el papel de Slaanesh en la Gran Danza. El Solitario imitó a la Máscara paso por paso y durante seis dias y seis noches brincaron y giraron, hasta que la Máscara finalmente desfalleció y perdió un paso. Horrorizada, huyó y ahora busca vengarse de los seguidores del Dios que Ríe

Sacado del Códex de Demonios de 40k y fantasy por Circu de la Colmena