Maquinas Demoniacas(Tzeentch) |
Escrito por AGRAMAR | |
martes, 16 de octubre de 2007 | |
Las máquinas demoniacas de Tzeentch son instrumentos espantosos de destrucción. Mezclas impías de metales infernales y de fuerza demoníaca,expanden sus sombras terroríficas sobre los campos de batalla del 41 milenario. En una matanza de pesadilla , exterminan multitudes para la sola gloria de su dueño, Tzeentch el Señor del Cambio. Tzeentch es el dios sombrío y caótico del cambio, sus motivaciones tortuosas son a menudo impenetrables y sus armas numerosas. La guerra es un medio poderoso de cambio y los servidores de Tzeentch son a menudo vistos a las primeras filas de los combates.
Las Torres Plateadas son un espectáculo extraño sobre un campo de batalla: son grupos de torres cinceladas, que reposan sobre islas circulares y rematadas en alminares esbeltos de plata, oro o bronce. Cada torre es una obra única de belleza sutil, de donde disparan los cañones de armas hechizadas.Lo más extraño es que estas torres no son construidas sobre el suelo sino flotan en el aire. Cada una protege a decenas de Brujos-siervos de Tzeentch que concentran sus poderes para hacer llover la destrucción sobre las líneas enemigas. El más poderoso de estos poderes esque crea una pared de energía mágica entre las torres,protegiandolas de los ataques en el momento de su avance.
La Ave de Muerte es una nave de asalto rápido que surca el cielo con sus alas de metal chispeante, propulsado por tres motores poderosos y armarda con un cañón lanzallamas ventral destinado a golpear blancos terrestres mas que aéreos. La velocidad prodigiosa del Ave de Muerte lo hace difícil de alcanzar pero limita su margen de maniobra y lo hace sobretodo utilizable para ataques largos en línea recta.
Los bombarderos de asalto Pájaros de fuego son un espectáculo terrorífico cuando gruñen en el cielo,camino hacia su objetivo. El armazon incrustado con piedras preciosas de estas máquinas demoniacas esta erizado con cañones láser . De sus alas majestuosas, brotan dos cañones lanzallamas y, bajo su fuselaje, una carga de bombas incendiarias está dispuesta praa poner en marcha un torbellino de destrucción sobre las tropas terrestres del enemigo. |