Ku'gath originalmente fue un nurglete, un insignificante ser sobre la espalda de Nurgle. Mientras el Señor de la Descomposicion preparaba la mas virulenta toxina que jamás haya creado, Ku'gath se cayó en el caldero y bebió un gran trago del contenido, lo cual potenció enormemente su poder. Revigorizado, Ku'gath bebió y bebió hasta vaciar el caldero. Al terminar, creció hasta transformarse en una gran inmundicia. Nurgle rió ante la travesura de su nueva creación, que se habia transformado en la personificacion de la enfermedad perfecta. Aunque Nurgle ni se inmutó por lo sucedido, Ku'gath se siente culpable por privar a su padre de la mayor de las enfermedades. Desde entonces, Ku'gath ha tratado de recrear el milagro tóxico que lo engendró.

Es una criatura sombria, que se mantiene apartado de otros grandes demonios. No es que no se regocije con las delicias de las infecciones, pero Ku'gath es muy estudioso y observador, tratando de mejorar para crear la enfermedad perfecta. De todos los demonios de Nurgle, Ku'gath es el mas dispuesto a entrar en el plano físico, siempre buscando nuevos ingredientes para sus plagas. Ha viajado mucho, siempre en su palanquin portado por un puñado de esforzados nurgletes. Además de la considerable masa de la gran inmundicia, los nurgletes tambien cargan con toda la parafernalia necesaria para el laboratior de plagas de Ku'gath: braseros calentando alambiques que burbujean con vapores corrosivos; tubos corroídos que canalizan las bacterias a traves de cribas fungosas, destilando venenos obtenidos en millones de mundos y en los confines mas lejanos del reino del Caos.

Tan absorto está en busca de la plaga perfecta, que se ha mantenido al margen del cambiante equilibrio de poder en el reino del Caos. Eso no quiere decir que no participe en el Gran Juego, ya que sus experimentos no sirven de nada si no se ponen a prueba, y el mejor lugar para eso es el campo de batalla. Los nurgletes que crecen en su interior portan una mezcla única de los elementos creados por la gran inmundicia. El lanza los pestilentes proyectiles necróticos contra los enemigos para observar sus sintomas con interés cientifico. Ku'gath tambien captura aquellos infectados por sus enfermedades y los lleva a su guarida. Allí, en miles de jaulas que se pierden en la oscuridad, puede observar atentamente el desarrollo de la enfermedad, en medio de los farfulleos, gemidos y lloriqueos de criaturas de todas las especies a través del tiempo y del espacio.

Gracias a Circu de la Colmena por sacarlo del Codex  de Demonios